domingo, 10 de abril de 2011

Johannes Brahms: Un clásico romántico

La música de Brahms parte de unas fuentes clásicas muy claras: el clasicismo vienés de Haydn, Mozart y, sobre todo, Beethoven. Por otra parte, la influencia de los primeros compositores románticos, como Franz Schubert, Robert Schumann o Felix Mendelssohn, es muy acusada. Y a medida que pasa el tiempo, cada vez va siendo más fuerte su admiración por la música de Johann Sebastián Bach. Por esto, Brahms se mantuvo fiel durante toda su vida al estilo del clasicismo romántico, sin aceptar ninguna de las novedades que provenían tanto de la escuela francesa de Hector Berlioz, como de Franz Liszt o de Richard Wagner.  Las principales novedades de Brahms se desarrollan en el interior del propio lenguaje musical. En lo que se refiere a la armonía, y a diferencia de lo que sucede en Wagner, la originalidad de Brahms tiende a pasar desapercibida por la apariencia clásico-romántica de sus composiciones. En el caso del ritmo, son muy característicos de la música de Brahms las síncopas, los desplazamientos y la superposición de ritmos binarios y ternarios. Además, en el aspecto formal Brahms incorporó lo que se ha denominado como Variación progresiva, que consiste en una forma en continuo desarrollo orgánico, que aparece superpuesta a la estructura clásica tradicional, sin entrar en conflicto con ella pero complementándola. 
Es frecuente que la música Brahms se asocie con emociones como la melancolía o la nostalgia, y también se ha dicho que su música tiene un carácter otoñal. Todo ello se ha explicado tanto por su carácter como por el hecho de que pertenezca a la última etapa del Romanticismo. Para saber más: PINCHA AQUÍ

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